Ya no hace falta hacerse una liposucción para eliminar la grasa corporal, ni colocarse un implante en el pecho para aumentar su tamaño. Los avances en el terreno de la medicina estética permiten romper las células grasas mediante efecto mecánico, sin anestesia, ni cirugía, con ultrasonidos focalizados, y también rellenar el pecho con la misma técnica que las arrugas de la cara.
Médicos de siete especialidades relacionadas con la estética han intercambiado en el congreso Fibell 2008 en Bilbao las últimas novedades en la investigación de distintas opciones para luchar contra los efectos del paso del tiempo en nuestro organismo o para alcanzar la belleza. Jesús Colina, director del área de Medicina Estética del congreso, explicó a ABC que una de las técnicas más novedosas, que lleva aplicándose apenas seis meses, es la inyección de ácido hialurónico en mamas o glúteos. Esta técnica es adecuada para ligeros aumentos de volumen o para quienes quieran reafirmar el pecho, ya que se trata de inyectar en las mamas o en los glúteos un producto que el cuerpo elimina de forma gradual en unos cuatro años.
Jesús Colina considera que éste es el tratamiento que podrían haber estado esperando quienes pretenden conseguir mejoras estéticas con métodos poco invasivos. La otra cara de la moneda de esta técnica es que hay que seguir un programa de mantenimiento. Cada año y medio o dos años hay que reinyectar la parte del producto que haya sido absorbida por el organismo.
El ácido hialurónico ha sido utilizado durante mucho tiempo en el relleno facial de arrugas profundas, labios o pómulos. Se trata de una sustancia que el organismo absorbe de forma natural y que no tiene nada que ver con otros productos respecto a los cuales ha habido advertencias sanitarias. La única diferencia respecto al material utilizado para rellenos faciales, que está ya muy testado, es que su composición es más densa y se inyecta con agujas más grandes y a mayor profundidad. Para un aumento mamario se pone por encima del músculo intercostal y para un aumento de glúteo se coloca debajo de la grasa.
Jesús Colina nos explica que este tratamiento también es adecuado para quienes quieran tener una experiencia previa antes de decidir si quieren ponerse una prótesis en las mamas o en el glúteo, ya que es reversible, al desaparecer de forma natural en unos años si no se sigue el programa de mantenimiento que, por otra parte, sólo requiere una sesión cada año y medio o dos años.
Microespumas
La combinación de distintas técnicas y la capacidad de intervenir de manera cada vez menos invasiva en nuestro organismo son los parámetros en los que se mueve en estos momentos la medicina relacionada con la estética, según nos dice Antonio Calderón, director del área de Cirugía Vascular del congreso y responsable de ese departamento en la clínica Virgen Blanca de Bilbao.
Cuando hablamos de estética, pocas veces pensamos en las varices, a pesar de que afectan a entre un 15 y un 20 por ciento de la población. Su tratamiento ha evolucionado mucho en los últimos años. Las nuevas técnicas con láser o radiofrecuencia destruyen o queman la vena safena sin extraerla, aunque lo último son las microespumas, que terminan con el sistema venoso superficial secándolo o extrayéndolo y que resultan muy efectivas. Según explica Antonio Calderón, para decidir la técnica a aplicar es necesario ajustar el diagnóstico.
Sobre la precisión del diagnóstico se ha hablado mucho en el congreso celebrado en Bilbao. A pesar de los avances en todos los campos, todavía hay problemas médicos difíciles de diagnosticar, como el síndrome de congestión pélvica, relacionado con la existencia de varices en el sistema venoso de la pelvis y en la zona vulvar, que se estima que afecta a cerca de diez millones de mujeres, siete millones de ellas sin diagnosticar.
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