Estos mamíferos nadan en grupos de 4 ó 6 ejemplares, son ágiles y salen en ocasiones a la superficie donde los machos exhiben su largo apéndice. El colmillo de los narvales recuerda una enorme barrena o broca de taladro, con su dibujo en espiral en toda su extensión, es un rasgo que lo distingue entre todos los mamíferos a nivel dentario. Un narval llega a medir entre cuatro metros y seis metros de longitud y su llamado cuerno a manera de lanza llega a alcanzar hasta una longitud de casi la mitad de su cuerpo con un peso de hasta 10 kilos. Entre muchas hipótesis sobre la función del colmillo de Monodon monoceros destacó en un inicio la de perforar el hielo en su hábitat natural, otros sostienen
que le sirve a los machos para la lucha en épocas de celo y como arma para la defensa de los osos polares, orcas y tiburones, sin embargo estudios recientes sugieren que la enorme pieza dental del narval lo provee de un censor capaz de detectar la temperatura, la presión y la salinidad del agua, entre idas y vueltas el colmillo de los narvales sigue siendo un reto de la investigación.
Los depredadores principales del narval son el oso polar y la orca. Constituye un alimento fundamental para los Inuit o esquimales que apenas cuentan con proveedores de alimento en las zonas árticas donde viven, su piel es extraída y conservada para las largas temporadas frías y oscuras del Ártico. Como ritual de las cacerías de los narvales es común el consumo del hígado ni bien es sacado del frío mar.
El narval es una ballena protegida, grupos defensores de la vida y el derecho animal como PETA han protestado por la matanza de los narvales, en ocasiones son víctimas de verdaderas masacres propiciadas por los humanos que buscan su preciado marfil para venderlo en el mercado occidental.
Los depredadores principales del narval son el oso polar y la orca. Constituye un alimento fundamental para los Inuit o esquimales que apenas cuentan con proveedores de alimento en las zonas árticas donde viven, su piel es extraída y conservada para las largas temporadas frías y oscuras del Ártico. Como ritual de las cacerías de los narvales es común el consumo del hígado ni bien es sacado del frío mar.
El narval es una ballena protegida, grupos defensores de la vida y el derecho animal como PETA han protestado por la matanza de los narvales, en ocasiones son víctimas de verdaderas masacres propiciadas por los humanos que buscan su preciado marfil para venderlo en el mercado occidental.
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